Adoptas una actitud pagana, todo es cuestión de actitud.
Piensas en tí, sólo en tí durante 15 horas y las restantes las ocupas para dormir.
Les dices a los "aleluyos" que no eres creyente y los dejas hablando solos cuando amenazen con leerte las sagradas escrituras.
Pides deseos a cualquier cosa, a una silla, al lavabo o un semáforo. Lo que sea.
Puedes evitar decir adiós con el fin de no hacerle propaganda al innombrable.
Tampoco puedes mencionar a los demonios, sería contradictorio, el bien y el mal son coexistentes.
Todo será producto de tu espontaneidad y de tu absurdo antojo.
Te presentas con el título de "Señor Todopoderoso del Universo Unilateral" ó "Emperatriz Creadora del Pensamiento Iluminado", por ejemplo.
Al siguiente día, te arrepientes y le dices a tu Diós que no lo vuelves a hacer (pero que tampoco espere que le rezes durante más de 2 minutos). Sólo en caso de que consideres necesario arrepentirte, de lo contrario seguirás teniendo un vida feliz
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