octubre 26, 2005

EL HOMBRE INMÓVIL




Él, Aquel o Eso que no se mueve...

Él que contempla.
Él, que no camina pero se ausenta.
Él, que comprende pero ignora.
Él, que espera.

Aquel que desea.
Aquel, que improvisa pero no muta.
Aquel, que cuenta pero olvida.
Aquel que sueña.

Eso que respira.
Eso, que es humano pero traslúcido.
Eso, que sonríe pero aniquila.
Eso que transcurre.

octubre 05, 2005

MI VASO


Últimamente entro y salgo de mi VASO con facilidad, es muy profundo y me ahogo en él algunas veces, otras sólo entro a darme un solitario chapuzón.
Es de cristal azul, traslúcido por que tengo que seguir viendo lo que sucede afuera, por si alguien me vé y quiere sacarme de aquí, por si alguien puede sailr de su vaso, caminar al mío, verme, conseguir una escalera, subir, lanzarme una soga, jalarme y luego bajaremos juntos, yo mojada, le daré las gracias y éste alguien regrersará a su vaso a esperar a que otro alguien lo vea y lo ayude o decidirá, de una vez por todas, dejar de hacer dramas y salir por sí mismo del su único vaso.
La única regla es que cada quien tiene su vaso y no puede poseer más de uno.
Por supuesto hay vasos de muchos tipos, unos más grandes que otros,con líquidos más densos que otros, me gusta pensar que el mío es de un tamaño medio y el líquido que contiene es poco pegajoso y de color claro como un refresco de limón. Me tocó un buen líquido, refresco con la justa cantidad de lágrimas saladas, y un buen vaso, es reisitente, sí que lo es!.
Estoy convencida de que a veces llega alguien a hurtadillas y con todo sigilo lo tapa, lo agita con todas sus fuerzas y no le importa que yo esté adentro y que las burbujas de ése refreso me golpeen tan fuerte, no le importa que sangre, no le importa mojarme el cabello recién peinado, no le importa que mi piel se arrugue por mojarse durante tanto tiempo, no le importa, no le importa nada, nunca le ha importado... es su diversión, su deporte.
Cuando estoy dentro todo es distorsión, primero debo aguantar y detener la embestida, lo cual se torna difícil por que debo flotar y bucear sin tener en qué apoyarme. pero a veces, cuando todo ha pasado me gustaría saber si mi vaso tiene fondo y en mi faceta más masoquista me dedico a bajar y bajar y seguir bajando, hasta que comienzo a marearme y mis oídos parecieran reventar, entonces, me siento fragil y la curiosidad se vuelve angustia agónica, así que empiezo a subir y subir y subir.Nunca he llegado al fondo de mi vaso.Después, cuando logro salir o me sacan ,tengo que ponerme al sol, secarme y no permitir que moscas y abejas me rodeen, me vuelvo a peinar,intento volver a sonreír y pienso "la próxima a vez usaré maquillaje a prueba de agua y prometo lanzarme en bikini o desnuda, nunca más con ropa, para que sea un clavado profesional!. Nunca perder el glamour. Me gustaría escuchar aplausos dentro de mi vaso"... Y vuelvo a sonreír... acabo de salir del vaso y ya estoy planeando mi próxima incursión. Masoquismo otra vez. Siempre hago lo mismo.
Cuando no encuentres a alguien caminando por la mesa de los vasos seguramente lo encontrarás en "Su" vaso, nadando o ahogándose, asegúrate de llevar siempre una cuerda para ayudar a quien lo necesite, pero evita llevar una piedra por que seguramente no podrás evitar el deseo de hundir aún más a aquél con quien no seas compatible. No hay pretextos, no debes ayudarle a encontrar el fondo de su vaso, aunque lo desees con todas tus fuerzas... aunque una pequeña piedra no mataría a nadie.
Después de mucho pensarlo, llego a la conclusión de que el vaso perfecto es de cristal, transparente, con capacidad de 3 onzas para llenarlo con 2 onzas de agua pura y1 de lágrimas, la proporción prefecta, que tenga una escalera integrada y protecciones plásticas a los lados para evitar contusiones. Que no lo agiten es imposible, así que tal vez un chaleco flotante ayudaría.